Toda publicación la hago después de la introducción de
"A Güemes, con otra mirada afectiva".
Barrio Güemes, moderno con huellas del pasado. Hay mucho que decir y mucho que contar, con el aporte del El Libro callejero de Pueblo Nuevo, carteles que recuerdan hechos, personajes de carne y hueso y fantasmas que fueron protagonistas de este pintoresco barrio.
Mi aporte fue sacar fotos de los carteles en mis paseos que hago por el barrio y así surgió el hacerlo en forma de blogger, a través de mis fotos y bibliografía de consulta ir sumando más información del barrio.
Donde se nota el paso el paso del tiempo, de lo que fue, lo que es y de las huellas de nuestros pasos a través del tiempo, donde queda una parte de ella, reflejado en sus calles y edificios. Quiero mostrar las historias de vida de ciertos personajes que transitaron sus calles, que lo supe por parte por su gente y otra por los carteles y buscando su historia o leyendas populares, allá y hace tiempo.
Y será oportunidad para recordar y escribir de aquella historia y de sus personajes que hicieron y dejaron tales como la Pelada de La Cañada, "el Chancho" Benedicto, La Gallina Gigante, el Cabeza Colorada, el Farol, o sucesos que marcaron el barrio.
También quiero decir y agregar que los límites sobrepasan, porque hay lugares donde las leyendas y personajes que hicieron al barrio más allá del El Abrojal, Pueblo Nuevo y hoy Barrio Güemes que en un tiempo fue más extenso.
El barrio Güemes de la ciudad de Córdoba, surge en el año 1925, de la fusión de dos antiguos "barrio-pueblo" : El Abrojal (al oeste del arroyo La Cañada) y Pueblo Nuevo (al este de La Cañada), que datan de 1860, límites según Dirección de Catastro Municipal.
El Libro callejero de Pueblo Nuevo
Bajo el "Programa de recuperación de la memoria afectiva", este libro se expresa mediante cartelería instalada como mobiliario urbano.
Hoy, la memoria afectiva recupera historia y leyenda. Carteles que suman las páginas de un libro "El Libro callejero de Pueblo Nuevo y El Abrojal", cuyos caracteres se empeñan por imponerse al tiempo para la emoción de vecinos, visitantes o turistas, rescatada, de los recuerdos vivenciales de antiguos pobladores de los actuales barrios Güemes y Observatorio.
En el valor cultural de esas cicatrices, radica el objetivo de estimular la cultura popular.
Hay mucho que decir y mucho que contar. Al turista ávido que considera a Córdoba un inmenso receptáculo de tradiciones, y el propio vecino que apenas ha escuchado algunas cosas y que intuye otras, pero que necesita afirmar con experiencias visuales, sensoriales y espirituales su sentido de pertenencia a la ciudad.
