Toda publicación la hago después de la introducción de
"A Güemes, con otra mirada afectiva".
Barrio Güemes, moderno con huellas del pasado. Hay mucho que decir y mucho que contar, con el aporte del El Libro callejero de Pueblo Nuevo, carteles que recuerdan hechos, personajes de carne y hueso y fantasmas que fueron protagonistas de este pintoresco barrio.
Mi aporte fue sacar fotos de los carteles en mis paseos que hago por el barrio y así surgió el hacerlo en forma de blogger, a través de mis fotos y bibliografía de consulta ir sumando más información del barrio.
Donde se nota el paso el paso del tiempo, de lo que fue, lo que es y de las huellas de nuestros pasos a través del tiempo, donde queda una parte de ella, reflejado en sus calles y edificios. Quiero mostrar las historias de vida de ciertos personajes que transitaron sus calles, que lo supe por parte por su gente y otra por los carteles y buscando su historia o leyendas populares, allá y hace tiempo.
Y será oportunidad para recordar y escribir de aquella historia y de sus personajes que hicieron y dejaron tales como la Pelada de La Cañada, "el Chancho" Benedicto, La Gallina Gigante, el Cabeza Colorada, el Farol, o sucesos que marcaron el barrio.
También quiero decir y agregar que los límites sobrepasan, porque hay lugares donde las leyendas y personajes que hicieron al barrio más allá del El Abrojal, Pueblo Nuevo y hoy Barrio Güemes que en un tiempo fue más extenso.
Mitos y Leyendas de Córdoba del Siglo XIX
El Farol
El farol, según una memoria de La Voz del Interior de 1951, en algún momento fue popular como "La Pelada" y su escenario era el mismo, La Cañada. Cuentan que iba por el aire a la altura de una persona, a veces por la orilla, otras, sobre el agua del arroyo, hasta el puente de la calle Deán Funes o hacia El Abrojal. "No hacia nada mientras no se le provocara, mejor dicho, mientras no se lo llamara. Y un silbido era llamada de provocación", luego identificaba al provocador y lo golpeaba.
El Chancho Benedicto
El Chancho Benedicto, asustaba en La Cañada y San Luis, donde había muerto trágicamente un carrero llamado Benedicto
El burro y los siete chicos, quizá una de las apariciones más enigmáticas y extrañas de la Córdoba del miedo. Solía asomarse a la medianoche por el contrafrente del Colegio Santo Tomás, sobre Duarte Quirós. "No producía ningún ruido al caminar y los chicos parecían empalizados, ya que no se movían", cuenta Grimaut. Al llegar a Bolívar, explotaba sin ruido y desaparecía junto con los chicos.
La Gallina Gigante, tenía el tamaño de un caballo, y sus pollitos, el de terneros. Más que atacar parecía huir, pero su extraño tamaño y sonido vaya que estremecía. según los relatos.
Eran otras maneras de vivir en la ciudad, con las fronteras de los misterios de la naturaleza acorralando un trazado urbano mucho más breve. después, la luz y la ciencia espantaron a muchos fantasmas y a los viejos miedos que habían perdurado durante siglos.
Andando el siglo 20, otros serían los miedos que vendrían y ya estamos en el siglo 21.
El equipo de mitos y leyendas de Pueblo Nuevo, El Abrojal, hoy B° Güemes.
Mural se encuentra en el Centro Deportivo y Cultural Martín Güemes.
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