Toda publicación la hago después de la introducción de
"A Güemes, con otra mirada afectiva".
Barrio Güemes, moderno con huellas del pasado. Hay mucho que decir y mucho que contar, con el aporte del El Libro callejero de Pueblo Nuevo, carteles que recuerdan hechos, personajes de carne y hueso y fantasmas que fueron protagonistas de este pintoresco barrio.
Mi aporte fue sacar fotos de los carteles en mis paseos que hago por el barrio y así surgió el hacerlo en forma de blogger, a través de mis fotos y bibliografía de consulta ir sumando más información del barrio.
Donde se nota el paso el paso del tiempo, de lo que fue, lo que es y de las huellas de nuestros pasos a través del tiempo, donde queda una parte de ella, reflejado en sus calles y edificios. Quiero mostrar las historias de vida de ciertos personajes que transitaron sus calles, que lo supe por parte por su gente y otra por los carteles y buscando su historia o leyendas populares, allá y hace tiempo.
Y será oportunidad para recordar y escribir de aquella historia y de sus personajes que hicieron y dejaron tales como la Pelada de La Cañada, "el Chancho" Benedicto, La Gallina Gigante, el Cabeza Colorada, el Farol, o sucesos que marcaron el barrio.
También quiero decir y agregar que los límites sobrepasan, porque hay lugares donde las leyendas y personajes que hicieron al barrio más allá del El Abrojal, Pueblo Nuevo y hoy Barrio Güemes que en un tiempo fue más extenso.
Captura de la falsa Pelada
Sobre sus márgenes se tejieron diversas leyendas y mitos, como la de "La Pelada de La Cañada", famoso fantasma de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Las cinco esquinas (Belgrano esq Montevideo) son emblemáticas dentro del entorno de Pueblo Nuevo. Se la describía como una mujer calva, de baja estatura, asustaba a los trasnochados que volvían a sus casas orillando El Abrojal, intentándolos envolver con una túnica blanca. Algunos dicen que se trataba de una niña pequeña en estatura; otros de una mujer que, con tétrica vestimenta, solicitaba la comunicación con los vecinos que ocasionalmente transitaban por sus dominios con el temor de toparse con ella. Según la versiones, podía estar vestida de colores negros o blancos; pero de todas maneras se relacionaba con gimoteos y llantos, ya que quizás nadie la comprendía por no querer escucharla. Lo cierto, es que hoy, los viejos lugareños, tratan de no invadir su territorio.
Aunque algunos comentaban que no solo asustaba, sino que a veces exigía dinero, joyas o lo que su victima llevara encima. Era "algo más" que un fantasma.
...Parece, "pelada" que sola anduviste
junto a la Cañada,
Como un alma triste,
¡! Clamando oraciones ¡!
¡Velas y novedades!
Viejas devociones para "almas en pena"
Ya casi olvidadas,
que al fin conseguiste
Y, entonces, "Pelada", por eso, te fuiste.
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